"No podíamos no estar desde nuestro hogar junto a nuestro querido papa Francisco. Es un hecho histórico y una experiencia familiar que nunca olvidaremos", sostuvo Liliana Stordeur, quien abre las puertas de su casa a LA GACETA para compartir la transmisión en vivo de la ceremonia petrina. Estaban su esposo Eduardo de Zavalía y sus cinco hijas mujeres: Felicitas (23); Guadalupe (22); Luz (20); y las mellizas Pilar y Sofía (16). La sorpresa fue la pantalla gigante que se extendió a lo ancho del comedor para ver las imágenes más grandes y nítidas. Desde el living, la familia compartía un desayuno en el que no faltaba el tradicional mate con bombilla.
"La sonrisa, la humildad, la sencillez y su actitud de pastor cercano a su pueblo", así sintetizaron estos vecinos de Yerba Buena lo que inspira la figura del jesuita argentino Francisco, el Papa que ya es de todos.
"Es una experiencia única que tienen los jóvenes: poder conocer cómo se elige a un Papa, cómo funciona el cónclave, pero sobre la elección del argentino Bergoglio, ni nos imaginamos. Él está abriendo nuevos caminos a la juventud, está mostrando muy de cerca los valores y ya hay miles de seguidores por las redes sociales, creyentes y no creyentes. Es un fenómeno que nos sorprende en cada minuto", opinó con autoridad Liliana, que es abogada y además es docente de Derecho de las nuevas tecnologías de las comunicaciones, en la Unsta. Su esposo tiene una empresa de tecnología y servicios, y todas sus hijas son usuarias de las redes.
Por whatsapp con la abuela
Hubo alegría en el living familiar: aplaudieron, se alegraron y se emocionaron hasta las lágrimas.
"Esta elección ha sido el tema del momento: la figura carismática de Francisco, sus gestos y actitudes, que es lo que más sorprendió al mundo entero", reconoció Felicitas que tenía su tablet cerca. A través de whatsapp se comunicaba con su abuela y sus primos, que también se habían despertado muy temprano para presenciar la tradicional ceremonia de entrega de los símbolos pontificios.
"Cuando el Papa se refirió a la fiesta conmemorativa de San José, su mensaje fue directo a los sacerdotes y cardenales: les estaba diciendo cómo debe ser la Iglesia en esta mundo", opinó Eduardo, en medio de la algarabía de sus seis mujeres que no paraban de demostrar su entusiasmo por la ceremonia que fue presenciada por millones de personas en el mundo.
"Él demuestra coherencia de vida, nos da ejemplo; nos habla de la humildad, de la paz y de ser custodios de lo creado, es pura enseñanza", manifestó Guadalupe.
Los De Zavalía-Stordeur pertenecen al grupo Apóstoles de Lourdes y ya anticipan que viajarán a la Jornada Mundial de la Juventud, que se hará en Río de Janeiro. Va toda la familia y por Tucumán viajarán 240 jóvenes, cuentan con entusiasmo las mellizas. Mientras seguían paso a paso la ceremonia que se desarrollaba con todo su esplendor en la plaza de San Pedro, comentaron sobre la importancia de la vigilia que se realizó en la Catedral metropolitana. Las chicas destacaron que cuando los jóvenes encuentran a Cristo "son capaces de cambiar el mundo", y reconocieron que este Papado va a abrir un camino nuevo, "utilizando nuevos métodos de evangelización".
"Cuando estuvimos en la plaza Independencia, donde fuimos a expresar nuestra alegría y a rezar por el nuevo Papa argentino, no sólo sentimos que estábamos unidos en la oración, sino que habíamos vuelto a reencontrarnos como hermanos; como una comunidad", confesó emocionada Liliana, quien recomendó a los tucumanos leer "Mente abierta, corazón contento", de Jorge Mario Bergoglio, el cardenal que se fue a Roma y se convirtió en el Papa 266 de la Iglesia Católica.
Otras experiencias
Junto a estas familias, otras hicieron llegar sus experiencias como Analía y Juan Carlos Manca, propietarios de un colegio confesional. "Su humildad y su imponente personalidad van a marcar cambios en la Iglesia. Francisco entiende al ser humano desde el llano y así será su pontificado", destacaron.
Silvia Neme de Mejail también compartió su experiencia matinal: "A lo largo de mi vida, jamás tuve la sensación de estar viviendo en una encrucijada de la historia, no sólo para los cristianos, sino para todo el mundo. Jamás, junto con mi hija, vivimos tantas emociones mientras veíamos la ceremonia por la cual se consagraba Papa a nuestro Francisco: lloramos, reímos y aplaudimos tanto como si hubiéramos estado en la Plaza del Vaticano", escribió a LA GACETA en un correo electrónico. En ese texto destacó palabras del Santo Padre referidas a que no debemos tener vergüenza de ejercer la bondad y la ternura y vivir en permanente estado de servicio. "Como decía una amiga en Facebook: ¿alguno de ustedes me presta unos añitos más? ¡No me alcanza con los que me quedan!".